Thursday, January 15, 2009
Sunday, January 11, 2009
Adicted to Oil
Estoy viendo este documental en La Sexta. Es la rehostia de la argumentación.
La tesis es que se está calentando el planeta y gran parte de la culpa es la adicción que tenemos, nosotros americanos, por el petróleo. Y debemos pasarnos a vehículos híbridos porque al comprar tanto petróleo se está financiando el terrorismo islámico. La relación entre precio del petróleo y libertad es intrínseca, cuanto más alto el precio, menor libertad. Así que, regaladlo y dejad de financiar la destrucción de infraestructuras americanas con el dinero que hemos ganado por la gracia de dDios y os regalamos por él. Increíble.
Y habría que expropiárselo por su bien, porque si un país sólo tiene que perforar el suelo para sacar oro negro, no se esfuerza en mejorar y restringe las libertades. Construirán palacios pero no implantarán libertades civiles. Así que, por el calentamiento global, mujeres de Irán, descubríos. "Nuestras importaciones financian a los enemigos de América".
Manda huevos.
* * * *
Para más información:
- ¿Cómo debería un cristiano ver el cambio climático? Aquí
Para más información:
- Cómo debería un Cristiano ver el cambio climático. Aquí.
En favor de la energía eólica
"Podemos conseguir la energía del país de Bin Laden o del País del viento"
- mismo documental -
Friday, January 09, 2009
The future is red
He estado ojeando la página de red. Aparte de que la cámara sea una maravilla en cuanto a calidad, me muero de curiosidad por ver sus próximos lanzamientos, la Scarlett y la Epic. La Epic llega a calidades de 28K, que no sé muy bien qué clase de máquina va a poder mover eso en post-producción ni dónde se va a poder ver, cuando los mejores proyectores apenan llegan al 5K.
Para más información:
Wednesday, December 24, 2008
Tercer año
Sólo quiero saber dónde estás. Sé que estás lejos, tan lejos que no te puedo tocar, que no te puedo preguntar. No sé si quizá me puedas oír. Quiero saber dónde estás y saber que ahí, sea donde sea, estás. Quiero saber dónde estás para hacerte saber, que allí donde sea, desearía que estuvieras conmigo, y que hoy, como ayer, como mañana, te echo en falta, te tengo en mente y te necesito.
Thursday, November 20, 2008
Trípoli
Terminamos el rodaje de La Marea, en Suciedad mental nivel 3 y emocional del 15, destrozados, reventados, dando saltos y disfrazadas de novia cadáver.
Al día siguiente Marwan me dijo que me viniera a Trípoli a editar el making off y hacer el documental de los talleres de los "chavales desfavorecidos" que participaban en la peli. Así que me crucé el Mediterráneo vía Praga.
Llegué a Beirut cerca de las tres de la mañana, nos fundimos una hora en coche, dos controles militares y ahí estaba Trípoli. Vacía y solitaria como ella sola. La calle principal es un paseo con árboles y demasiados coches aparcados, sin una sola alma en sus aceras, que se utiliza para lanzar granadas cuando la gente se aburre, precisamente porque no hay nadie. Nos quedábamos en una casa-pensión en el centro, un tercero de techos altísimos de la típica piedra amarilla con la que se construye aquí de toda la vida. Las persianas no cerraban y empezó a amanecer enseguida.
Un día no puede empezar bien cuando suena el teléfono a las ocho y te has acostado a las cinco o seis. Reclamaban de urgencia su presencia en una futurible localización. En fin, pasaron muchas cosas a lo largo del día. Pasó gente que nos dijo que no hiciéramos algo, gente pidiendo cosas que no eran nuestra responsabilidad, tres gatitos durmiendo sobre una funda de trípode y al final, como a las seis de la tarde, pasó la bruja.
La bruja es la directora de la película que supongo que jamás se rodará y por la que estábamos ahí. Entró en la oficina, espuma saliéndole por la boca, los ojos fuera de las órbitas, gritando como alma que lleva el diablo. La razón era que alguien había dado 5 dólares a los actores (que tienen en torno a los 15 años) para que no se fueran a su casa andando, y venía a pedirle explicaciones a mi chico. Que cómo osaba darles dinero, que cómo osaba decir que él no les había dado nada, que le estaba mintiendo, que si malversación de presupuestos que si se lo iban a gastar en drogas que si esto qué es que si no está trabajando que si tal que si cual... Acto seguido entra el coordinador del proyecto (o sea, el que ha recibido la subvención europea en pro de la cultura tercermundista) gritándonos que por qué y cómo es posible que no hayamos ido a comprar cena para la gente del taller. Media hora antes nos despedimos de él en la calle, que se iba a hacer eso mismo mientras nosotros volvíamos a la sede para que me enseñara nuestra oficina.
Así que, entre gritos y desesperación por su incompetencia y tanto drama, optamos por marcharnos de vuelta a Beirut, mandar al trabajo a la mierda y a tanta gente, tan fumada, y tan loca, al garete.
Así que aquí estamos, compuestos y en paro, en la oficina de la productora, editando el documental que rodé en mis ratos libres hace un par de meses.
Cosas graciosas... no saben cómo rellenar los formularios que hay que enviar a la gente que ha dado la subvención, y son un montón de informes diarios. El presupuesto de material es un 50% inferior al precio que la bruja hubiera conseguido, precio personal para mi chico... ha llamado a las casas de alquiler y le han dicho que nones, que ese es el precio de él, no el de ella y que le harán un presupuesto nuevo. El técnico de sonido, aka Ismael, les ha dicho que nones, sin Marwan no le interesa el trabajo. Y así, poco a poco, sin pretenderlo, al final existe la justicia poética.
Qué bonito es Líbano, y cómo me gusta la casa del pueblo, qué ganas tengo de ver a los sobrinos.
Wednesday, November 12, 2008
2 in a row
Terminó el rodaje con nuestras mentes en Suciedad Tres y la casa en Def Con 1. 100Gb de planos y dos secuencias omitidas, 18 horas por días, demasiados días y más contentos que deprimidos, deseando cerveza y que alguien deje de gritar Silencio mientras nos disfrazamos de novia cadáver.
No hay Qatar, sí hay Líbano. Será el segundo año en que ignoro la fecha de mi cumpleaños allí. Nos espera Trípoli y no estoy muy segura de qué más. Dicen que un documental y una película y que si granadas por la calle. Divina yo, me he comprado unas botas nuevas monísimas para pasearme entre el barro de la que nos va a caer. Espero, sólo espero, que no haga tanto frío como el invierno pasado y espero, sólo espero, que las próximas 24 horas, hasta que llegue allí, se me hagan cortas, muy cortas.
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